Con el avance vertiginoso de las ciencias y la tecnologías, la sociedad requiere de individuos emprendedores, creativos, con dominio digital, críticos y que se adapten con facilidad a diversas situaciones. Es en este contexto, donde las instituciones educativas no pueden quedarse atrás y tienen que cambiar la práctica que se ejecuta en ellas, donde el docente desarrolla un rol protagónico, contribuyendo en la formación de ciudadanos que respondan a las necesidades y demandas del mundo actual, de manera eficiente, para lo cual se requiere fortalecer el desarrollo de competencias, las cuales permitirá que los estudiantes puedan actuar en la transformación y desarrollo de su comunidad, comprendiendo la situación, evaluando las alternativas de solución, movilizando los saberes que posee, tomando y ejecutando decisiones de manera pertinente y con sentido ético. La educación antigua estuvo destinada a llenar la memoria de nuestros alumnos de hechos [...] ahora debe sur